En composición avanzada existe lo que se llama Elementos de tensión. Simplificándolo mucho estos elementos vienen a ser figuras o formas inusuales que nos llaman la atención porque son contrarios a los patrones que nuestro cerebro tiene "registrados".
Recordemos que nuestro cerebro es el órgano que más energía consume de nuestro cuerpo y, por ello, cuanto menos trabaje mejor optimiza nuestros recursos. Por lo tanto, tiende a memorizar patrones visuales para después no tener que pensar qué son e identificarlos inmediatamente. Esa es una de las razones por la cual no debemos seguir a cualquiera en instagram (por ejemplo) ya que nuestro cerebro tenderá a memorizar todas las fotos "malas" que veamos y no sólo eso sino que también lo replicará en nuestras fotos, sobretodo si no pensamos qué queremos hacer de antemano, y obtendremos como resultado fotos insulsas y sin alma, con patrones que el cerebro del observador reconocerá inmediatamente y olvidará aún con mayor rapidez.
Dicho esto, ya sabemos que la clave para que nuestras fotografías sean diferentes y atraigan al que las observe está en que los patrones que aparezcan en ellas no sean "estándar". Ahí es donde entran los elementos de tensión.
Algunos elementos de tensión son:
Es relativamente fácil conseguir una fotografía con uno de estos elementos, sobretodo si sabemos cuáles son de antemano, lo difícil es que en una toma aparezcan más de dos.
Por ejemplo, en esta fotografía observé dos cosas antes de tomarla:
Si a ello le añadimos un personaje que no está en la parte clara de la foto y, además, con una expresión facial interesante (recordemos que es otro tipo de composición, aunque en este caso no es de tensión), el espectador seguro que se fijará en ella porque habrá algo que le llamará la atención aunque sea muy posible que no sepa por qué, a no ser que haya estudiado composición.
Hasta el próximo artículo.
Un abrazo.
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