El fotógrafo híbrido

22/03/2021 Carlos PermuyCarlos Permuy 1353

La aparición de la fotografía digital dejó muy maltrecha a la fotografía analógica de toda la vida hasta el punto de que hace unos años era incluso difícil que tu tienda habitual de fotografía tuviera carretes en stock. Muchos proclamaron a los cuatro vientos que la fotografía analógica había muerto y que ya no volvería.

Nikon F2as + Ilford Delta 100 Nikon F2as + Ilford Delta 100

Los chicos de Lomography

La realidad, no obstante, era algo diferente ya que la fotografía analógica no había muerto,  si bien era bastante residual hasta que aparecieron los amigos de Lomography. Esta empresa, de capital austríaco, compró la marca original rusa Lomo y se dedicó a hacer réplicas de los modelos rusos en china, mejorándolos en algunos casos como en el caso de la Lubitel 166+ cuya distancia mínima de enfoque es menor que su “hermana” rusa y su sistema de enfoque mejor. 

Si bien mi opinión personal y completamente subjetiva es que los consumidores de esta marca en muy pocos casos estaban interesados en la fotografía analógica como tal sino más en la moda de lo “cool” que era disparar con esas cámaras tan chulas e ir a contracorriente en un mundo predominantemente digital, debo reconocer que la fotografía analógica tiene ahora una segunda vida en gran parte gracias a ellos, ya que mantuvieron vivo al carrete y fueron una escuela para todos aquellos que no habían disparado nunca con cámaras analógicas y que ahora, pasados unos años, siguen con este sistema en plan más serio, además de los que no lo hemos abandonado nunca.

Nikon F2as + Ilford Delta 100 Nikon F2as + Ilford Delta 100

No hay una verdad absoluta

Bajo mi punto de vista, tan equivocados están aquellos que sólo disparan en digital sosteniendo que el carrete es un sistema anacrónico pasado de moda y que “puedes hacer lo mismo con una cámara digital” como aquellos que postulan que la fotografía digital no es fotografía y que hay que ser puristas y tirar sólo con carrete. Como muy bien afirmaba Aristóteles “La virtud está en el término medio” y si hoy en día podemos disfrutar de los dos sistemas, ¿por qué no hacerlo?

Pero ¿qué particularidades tiene uno y otro sistema? Siempre explico a mis alumnos que son dos lenguajes diferentes, con sus ventajas y sus inconvenientes. Por ejemplo, la gran ventaja de la fotografía digital es que podemos investigar en la imagen. Con esto quiero decir que podemos tomar una foto, verla enseguida, y corregir aquello que no nos guste porque la podemos repetir las veces que queramos (a menos que sea una foto de captar el momento, claro). Otra ventaja que tiene la fotografía digital es que tenemos un control completo sobre el procesado y, sobretodo, el procesado en color, algo muy difícil de conseguir en analógico porque revelar en blanco y negro es relativamente fácil pero en color ya es algo más complicado.

En cambio, como ventajas de disparar con carrete tenemos que pensamos mucho más la foto ya que el número de disparos es muy limitado (12 fotos en medio formato y 36 fotos en 35mm). Ello hace que, a priori, nos esmeremos más y según cómo seas de impaciente puede ayudarte a mejorar tu fotografía. Es curioso como con una cámara digital hacemos 15 o 20 fotos en un santiamén y, en cambio, en analógico un carrete nos dura semanas. Otra ventaja está en el famoso grano analógico. Realmente, el grano digital no es grano sino ruido y por muchas aplicaciones que tengamos que lo simulen es eso, una simulación. El grano químico tiene algo especial que siempre atrae al fotógrafo de una manera que no lo hace el ruido digital. 

Pero ¿cuándo usar un sistema u otro para un proyecto personal? Si bien los dos sistemas se pueden usar para cualquier proyecto, el analógico le da un aire más etéreo, más “orgánico” a falta de encontrar una palabra que lo exprese mejor y el digital tiene mayor calidad, definición y facilidad de procesado. Pero cuidado, al contrario de lo que piensa la mayoría de fotógrafos mayor calidad no significa que la foto sea mejor. En según qué casos la menor calidad del analógico puede jugar a nuestro favor ya que ese toque “imperfecto” tiene algo que nos atrapa e incluso puede hasta ser más adecuado para un proyecto personal de según qué índole. De nuevo, son dos lenguajes distintos.

Nikon F3 + Kodak Portra 400 Nikon F3 + Kodak Portra 400

Hibridación analógica - digital

Pero claro, si disparamos con carrete negativo tendremos que revelar y positivar las fotos. Hoy en día, con el resurgimiento de la fotografía analógica, que ahora mismo goza de una salud excelente, existen ya infinidad de laboratorios de revelado, escaneado y positivado para que tengas la imagen pasada a un archivo digital en tu ordenador.

No obstante, yo os recomiendo que os animéis y que reveléis en casa y que positivéis con el ordenador. El material es barato, no hace falta cuarto oscuro, es sencillo (sobretodo el blanco y negro) y tiene ese punto de magia de no saber qué saldrá cuando tienes el carrete revelado.

Carrete de 35mm revelado Carrete de 35mm revelado

Carrete de 120mm revelado Carrete de 120mm revelado

Para positivar podéis hacerlo mediante un escáner o bien usar vuestra cámara digital y un objetivo macro: queda mucho mejor y tienes un archivo RAW para trabajar y procesar a partir de una foto analógica. 

Sony A7RIV + Mesa Kaiser RS2XA + Nikkor Macro 55mm f2.8 + Adap. Nikon a Sony + Mesa de luz Sony A7RIV + Mesa Kaiser RS2XA + Nikkor Macro 55mm f2.8 + Adap. Nikon a Sony + Mesa de luz

Digitalizando negativos Digitalizando negativos

De esta manera, no necesitas ampliadora ni cuarto oscuro y es muy sencillo trabajar y clasificar las fotos.

Como siempre, estoy a vuestra disposición para cualquier consulta que tengáis al respecto.

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