La paradoja de los objetivos de visión humana

Existen dos objetivos que son muy próximos a la visión que abarcamos los seres humanos que, como imaginaréis, son el 50mm y el 35mm. Resumiendo muchísimo y aunque no sea exactamente así ya que los humanos tenemos una visión periférica que no tenemos en cuenta, el 50mm sería aproximadamente lo que vemos con un ojo cerrado y el 35mm lo que vemos con los dos ojos. Repito, es una aproximación para tener un punto de partida para el desarrollo de este artículo.

Ante todo, objetivos fijos

Los que me seguís, sabéis que soy un firme defensor de los objetivos fijos en detrimento de los zooms, algo de lo que hablaré en el próximo artículo, y tanto el 50mm como el 35mm son dos grandes objetivos pero guardan un truco en la manga que puede engañarnos a la hora de seleccionar una foto como “buena”. 

Que ambos objetivos sean cercanos a la visión humana tiene algo bueno y es que no nos tenemos que imaginar lo que entrará en nuestro encuadre sin mirar por el visor de la cámara pues es prácticamente lo que vemos. Por lo tanto, es fácil “ver” o intuir una foto con ellos . En cambio, si usamos angulares o angulares extremos, esto es de 28mm para abajo, ya cuesta más y no sólo eso, sino que cuanto más angular sea nuestro objetivo, más deberemos entrenar a nuestro cerebro usándolo mucho para poder “pensar” una composición con ellos. Por decirlo de otra manera, al estar nuestro cerebro diseñado para ver en 50mm o 35mm no hará falta practicar mucho con ellos, algo que sí ocurrirá si usamos angulares más extremos. 

¿Esta foto es "buena" o los buenos son ellos?

Un truco en la manga

Esto que a priori puede parecer una ventaja es lo que guarda un truco muy puñetero y es caer en la trampa de que sea el motivo fotografiado el que tenga interés en lugar de nuestras dotes como fotógrafo y nuestra visión. Recordad que un fotógrafo tiene la obligación de ver lo que los demás no ven y tiene que ser capaz de fotografiar lo mundano con otros ojos, por lo tanto debemos de ir con mucho cuidado a la hora de usar los objetivos antes mencionados ya que deberemos ser capaces de discernir si la foto es “buena” gracias a nuestra visión o si es "buena" gracias al motivo fotografiado ya que, en este último caso, vamos a tener una foto que puede ser interesante, pero no bajo el punto de vista fotográfico sino de lo que está ahí representado, pero nada más. Difícilmente tendrá alma puesto que no habrá nuestro “toque” en ella, sino simplemente habremos registrado algo que incluso puede que no se aguante pasado un tiempo y ya no veamos esa fotografía tan “buena” como el día que la tomamos.

En esta foto ya apliqué más mi visión

Cuidado, no estoy diciendo que no se deban usar tanto el 50mm como el 35mm y que debéis empezar a usar grandes angulares como locos, en absoluto. De hecho, personalmente los suelo usar habitualmente aunque mis objetivos “fetiche” sean el 28mm y el 21mm. Simplemente, debéis ser cuidadosos y vuestra visión es la que debe de prevalecer sobre lo la importancia de lo fotografiado.

¡Hasta la semana que viene!