El claroscuro

El otro día estuve fotografiando entre bambalinas a algunas figuras de las principales compañías de Ballet de todo el mundo. Entre ellos, a Sergio Bernal (primer bailarín del Ballet Nacional de España durante siete años y actualmente de gira por todo el mundo con su propia compañía), Joaquín de Luz (primer bailarín del Ballet de Nueva York y actualmente también coreógrafo del Ballet Nacional), Carlos Pinillos y Filipa de Castro (primeros bailarines del Ballet Nacional de Portugal), y otros muchos como Jesús Carmona, Gloria Pérez y los increíbles Héctor Ferrer y Misako Kato, primeras figuras del Ballet de Flandes. Os cuento todo esto para que veáis la presión que tuve con este encargo porque la iluminación era muy pobre y, además, se movían muy rápido por lo que poca luz + velocidad + ISO alto suele ser receta de desastre asegurado.

Bien, una vez realizadas las fotos de acción como buenamente pude (y os aseguro que sudé tinta china), fui paseando como aquel que no quiere la cosa por detrás del escenario y empecé a hacer "mis" fotos. Es decir, todo enfocado desde un punto de vista más documental, que como sabéis es "mi" tipo de fotografía. Como los bailarines y los ayudantes ya se habían acostrumbrado a mi presencia después de tres días con ellos, me fue relativamente fácil pasar inadvertido y empecé a pensar qué quería hacer. Recordad que siempre os digo que en primer lugar la fotografía es REFLEXIÓN. Hemos de pensar qué queremos hacer y cómo hacerlo para conseguir fotos interesantes. Como os he dicho, la iluminación era malísima y decidí hacer claroscuros ya que al estar muchos de ellos mirando al escenario recibían la luz frontal de algunos focos cuando estos se encendían. Pero antes de seguir, dejadme que os explique qué es un claroscuro.

De nuevo, bebemos de la pintura

La palabra claroscuro viene del italiano "Chiaroscuro" y es una técnica que proviene de la pintura. Se usa para diferenciar y destacar, mediante fuertes contrastes entre volúmenes, algunos elementos de la imagen. Los primeros en usar esta técnica fueron los maestros flamencos e italianos del "cinquecento" (año 1.500 cuando empezó el Renacimiento) y alcanzaría su cenit en el Barroco con Caravaggio el cual lo usó para crear el Tenebrismo (hablaremos más adelante de él). Entonces, las zonas del claroscuro se producen cuando la luz natural o artificial incide sobre el cuerpo.

Entre ellas tenemos:

Zona de iluminación clara.

Esta zona identifica la parte que recibe los rayos de luz en forma directa al objeto iluminado.

Zona de penumbra.

También llamada medio tono opaco. Esta zona identifica la zona intermedia entre la zona clara y la zona oscura, va desde la clara y hasta la oscura pasando por variedad de grises.

Zona oscura.

También llamada sombra propia, es la zona que no recibe ningún rayo de luz, y se mantiene oscura.

Zona proyectada.

Esta zona identifica la sombra que un objeto proyecta sobre otros objetos o sobre la superficie donde se encuentra.

Zona de reflejo.

Esta zona es la parte que recibe la luz que reflejan otros cuerpos que la acompañan, se caracteriza por medios tonos luminosos. Esta técnica realza el volumen de los objetos, retratos, expresiones faciales, da más vida al dibujo.

Las falsas "normas" fotográficas

En fotografía podemos jugar con las luces y las sombras con un contraste muy alto, incluso empastando estas últimas para que no tengan detalle. Y, de nuevo, volvemos a las tan manidas "normas" que, como sabéis, siempre digo que no existen. Lo primero que te suelen decir cuando empastas una sombra es, precisamente eso "está muy bien pero la parte oscura está empastada, yo levantaría sombras". Bueno, pues nosotros no y el motivo es bien sencillo de entender: esas sombras empastadas están ahí por algo en un claroscuro y su función es, precisamente, no despistar la mirada de la zona clara de la imagen.

¡Cuidado! No todo vale

No obstante, no todo vale. Debemos saber por qué lo hemos hecho y cómo hacerlo. Muchas veces he visto fotos con unos empastes terribles para después oir al autor decir "es que las he dejado así aposta porque me gustaban" cuando la realidad es que le han salido por haber expuesto o procesado mal las fotos (o las dos cosas) y después ha querido salvar su "honra fotográfica" atribuyéndolo a unos falsos conocimientos fotográficos. Esto, además de ser un sinsentido, puede despistar mucho a todos aquellos que empiezan en la fotografía porque, como digo, se debe tener la suficiente cultura visual para poder hacerlo cuando lo necesitemos y cuando nos convenga, nunca dejarlo en manos de la suerte porque, como dice un buen amigo mío fotógrafo "la suerte es para los tontos y para los toreros". 

El Tenebrismo

El Tenebrismo consiste en un claroscuro muy acentuado donde las figuras centrales son las que están iluminadas mientras que el fondo tienda a estar muy oscuro. A tener en cuenta que se suele usar sobretodo con un grupo de personas, enfatizando a una de ellas en la parte central. Como veis de nuevo "rompemos reglas" ¿no había que descentrar al sujeto principal? No me cansaré de decirlo, las reglas NO existen, se trata de proporciones y cultura visual. No hay nada que esté dentro de una supuesta "regla" ya que todo depende de lo que queramos hacer. Os recomiendo leer mi artículo sobre las reglas fotográficas donde analizo estas supuestas "reglas": https://www.carlospermuy.com/es/blog/no-te-encorsetes-con-las-reglas_id34/

Algunos trucos

Os recomiendo que midáis las luces altas en puntual, ya que en matricial os hará una media y os será más difícil conseguir este efecto. También os recomiendo tomaros vuestro tiempo en ver cómo incide la luz en el objeto o persona a fotografiar. La luz lateral, como en este caso, suele dar mucho juego.

En la foto del artículo, el bailarín Allan Fallieri estaba mirando el espectáculo desde un lateral del escenario y cuando las luces laterales se encendían incidían en su cara, momento en el que aproveché para disparar.

Como siempre, me podéis contactar para cualquier duda. Si está en mis manos será un placer aclararla.

¡Hasta la semana que viene!